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La ciencia detrás de la repostería – parte 2

Segunda parte de nuestro artículo dedicado a la ciencia y la repostería. ¡Si quieres saber cómo la ciencia nos ayuda en cada receta que hacemos quédate a leer!

Sabemos que este tema puede ser algo denso y, por ello, hemos dividido el artículo en dos partes. Esta es la segunda parte y, pulsando sobre estas líneas accederás a la primera parte.

También queremos presentarnos. Somos Ovetus, confitería con más de 30 años de historia. Disponemos de 3 tiendas físicas en Oviedo y una tienda online con la que llevamos nuestros productos a multitud de lugares. Puedes ver nuestra tienda online pulsando aquí.

Hechas las presentaciones, vamos con la segunda parte de este artículo.

La ciencia y la repostería

La semana pasada, hablamos de la harina, la levadura y los huevos. Ahora te presentamos 3 ingredientes más.

Azúcar: No solo dulzura

El azúcar no solo añade dulzura, sino que también contribuye a la textura y el color de los productos horneados. En la repostería, el azúcar ayuda a retener la humedad, suaviza la textura y contribuye a la caramelización, que da un color dorado y un sabor rico a los productos horneados.

Consejo científico: La proporción y el tipo de azúcar pueden afectar la textura final del producto. El azúcar granulado produce galletas crujientes, mientras que el azúcar moreno, que contiene más humedad, da lugar a productos más blandos y masticables.

Grasa: Sabor y textura

La mantequilla, la margarina y otros aceites aportan sabor y afectan la textura de los productos horneados. La grasa interfiere con la formación de gluten, lo que resulta en una textura más tierna y desmenuzable.

Consejo científico: La temperatura de la grasa es crucial. La mantequilla fría crea capas en la masa, ideal para hojaldres y croissants, mientras que la mantequilla derretida se mezcla uniformemente, proporcionando una textura suave en pasteles y brownies.

Polvo de hornear y bicarbonato de sodio: Leudantes químicos

Estos leudantes químicos liberan dióxido de carbono cuando se mezclan con ingredientes ácidos y líquidos, creando burbujas que hacen que la masa suba. El polvo de hornear contiene un ácido y un alcalino, por lo que solo necesita humedad para activarse, mientras que el bicarbonato de sodio necesita un ácido añadido (como el suero de leche o el jugo de limón).

Consejo científico: Demasiado bicarbonato de sodio puede dar un sabor amargo, mientras que muy poco puede hacer que la masa no suba adecuadamente. Sigue las recetas con precisión para obtener los mejores resultados.

Comprender la ciencia detrás de la repostería te permite controlar mejor el proceso y solucionar problemas cuando las cosas no salen como esperabas. La próxima vez que prepares un postre, piensa en las reacciones químicas que están ocurriendo y utiliza este conocimiento para crear delicias horneadas perfectas.

¡Hasta el próximo artículo!