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La ciencia detrás del caramelo y aplicaciones en repostería

Si te encanta el caramelo, y lo utilizas en todas tus recetas de repostería, vamos a contarte curiosidades acerca de este ingrediente. Te explicaremos sus aplicaciones en repostería y te garantizamos que te vas a quedar con ganas de probarlo.

Si has leído nuestros últimos artículos, te habrás dado cuenta de que hemos hablado de la relación que tiene la ciencia con ingredientes de nuestro día a día. En este artículo, hablaremos del caramelo, ese ingrediente que nos encanta y que nos da tanto juego en multitud de recetas.

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El caramelo es uno de los elementos más versátiles y deliciosos en el mundo de la repostería. Su creación, aunque simple en ingredientes, es un proceso que depende de una cuidadosa manipulación de la temperatura y del tiempo.

Vamos a empezar explicando qué es el caramelo y, después, el proceso de la caramelización y sus distintas aplicaciones.

¿Qué es el caramelo?

caramelo fundido

El caramelo es el resultado de calentar azúcar a altas temperaturas, lo que provoca una serie de reacciones químicas que transforman el azúcar blanco granuloso en una sustancia líquida de color dorado a marrón, con un sabor profundo y complejo. Este proceso se llama caramelización.

La química de la caramelización

La caramelización comienza cuando el azúcar se calienta a alrededor de 170°C. El calor descompone las moléculas de sacarosa en glucosa y fructosa y, a medida que la temperatura continúa aumentando, estas moléculas se reorganizan y reaccionan entre sí, produciendo cientos de compuestos diferentes que contribuyen al sabor y al color característicos del caramelo.

Durante la caramelización, ocurren varias etapas:

  1. Fusión del azúcar: El azúcar se derrite y se convierte en un líquido claro.
  2. Formación de caramelo claro: El líquido se torna de un color amarillo pálido.
  3. Formación de caramelo medio: El color se oscurece a un ámbar claro.
  4. Formación de caramelo oscuro: El caramelo se vuelve de un color marrón profundo, y el sabor se intensifica.

Es crucial controlar la temperatura durante este proceso, ya que un pequeño aumento más allá del punto óptimo puede hacer que el caramelo se queme, adquiriendo un sabor amargo y desagradable.

Aplicaciones del caramelo en la repostería

El caramelo tiene numerosas aplicaciones en la repostería, cada una aprovechando sus propiedades únicas de sabor, color y textura.

  1. Salsas de caramelo: Las salsas de caramelo son una adición deliciosa a helados, pasteles y tartas. Pueden ser simples, hechas solo con azúcar y agua, o enriquecidas con mantequilla y crema para una textura más rica y cremosa.
  2. Caramelo duro: Utilizado en confitería, el caramelo duro se forma cuando el caramelo se enfría y solidifica. Este tipo de caramelo se utiliza para hacer piruletas y decoraciones crujientes para postres.
  3. Caramelo blando y toffee: Al añadir grasa y un agente lácteo, como mantequilla y crema, y cocinar a una temperatura más baja, se obtiene un caramelo blando o toffee, ideal para hacer golosinas masticables y como relleno en tartas y bombones.
  4. Croquembouche y caramelos filamentosos: En la alta repostería, el caramelo se utiliza para crear estructuras impresionantes como el croquembouche, una torre de profiteroles pegados con caramelo, y para hacer decoraciones filamentosas que añaden un toque artístico y crujiente a los postres.
  5. Praliné y crocante: El praliné se elabora caramelizando frutos secos, como almendras o avellanas, que luego se trituran. Se utiliza en rellenos de chocolates, tartas y como cobertura para helados. El crocante es similar, pero se deja en trozos más grandes para añadir textura a los postres.

Consejos para trabajar con caramelo

Trabajar con caramelo puede ser desafiante, pero siguiendo algunos consejos, se puede dominar esta técnica:

  1. Controla la temperatura: Utiliza un termómetro de cocina para asegurarte de que el azúcar alcanza la temperatura adecuada sin quemarse.
  2. Protección personal: El caramelo caliente es extremadamente peligroso y puede causar quemaduras graves. Usa guantes resistentes al calor y ten cuidado al manipularlo.
  3. Prepara todo con anticipación: Una vez que el caramelo alcanza la temperatura deseada, debes actuar rápidamente, así que ten todos tus ingredientes y moldes listos.
  4. Limpieza: El caramelo endurecido puede ser difícil de limpiar. Remoja los utensilios y ollas en agua caliente para disolver los residuos.

La caramelización es una técnica esencial en la repostería, que aporta sabores profundos y complejos a una variedad de postres. Desde salsas y decoraciones hasta rellenos y golosinas, el caramelo ofrece infinitas posibilidades para los reposteros. Esperamos que, de ahora en adelante, valores la complejidad de este dulce.

¡Hasta el próximo artículo!