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gato durmiendo

Beneficios de dormir la siesta

Un reciente estudio ha demostrado que dormir la siesta no es una costumbre insana, sino todo lo contrario, ya que presenta numerosos beneficios para el cuerpo.

No hay tradición más española que acabar de comer y echar una cabezadita. En otros Beneficios de dormir la siestapaíses les llama mucho la atención e incluso suelen reirse de nosotros por eso. ¡Pero ahora parece que la ciencia nos da la razón!

Un reciente estudio que próximamente publicará la investigadora Nicole Lovato, del Instituto Adelaide para la Salud del Sueño de la Universidad de Flinders, nos aporta varios argumentos para que no fallemos a nuestra cita con la siesta.

Mejora de las capacidades cognitivas

Uno de los puntos fuertes en los que hace incapié el estudio es que, echarnos un rato después de comer mejora nuestro funcionamiento cognitivo. Esto quiere decir que aumenta nuestra capacidad para prestar atención y asimilamos mucho mejor la información.

Además, esa cabezadita también mejorará nuestros tiempos de reacción. Y no solo eso, sino que también se verá beneficiada nuestra memoria a corto plazo y, por supuesto, nuestro estado de ánimo. Y es que ya sabemos que cuando estamos cansados solemos estar mucho más malhumorados.

¿Cuánto tiempo debemos dedicar a la siesta?

Decía el gran Camilo José Cela aquello de «siesta de pijama, Padrenuestro y orinal». Y podría tener su razón… aunque a medias.

Este estudio indica que la duración ideal de una buena siesta debería de estar entre 10 y 20 minutos. Si se va a sobrepasar ese tiempo lo mejor sería entonces irnos hasta la hora y media o dos horas.

Esto es así puesto que el ciclo habitual del sueño dura aproximadamente una hora y media, de tal forma que la primera parte de esta siesta será para el sueño profundo y la segunda, más breve, será para que vayamos recuperándonos poco a poco.

De no hacerlo así, nos despertaremos mucho peor de lo que nos acostamos. En este caso, además, no debemos extrañarnos si por la noche necesitamos algo más de tiempo para conciliar el sueño.

En resumen, no hay nada como seguir las tradiciones y echarse una buena siesta. Y ya sabéis, si vais a hacer siesta larga, ¡no olvideis el pijama y el orinal!