Es un problema bastante habitual cuando nos ponemos a hacer una receta y vemos que el molde es distinto al que recomiendan, así que vamos a darte los trucos para que te quede una receta de perfecta.

Que levante la mano quien se haya puesto a hacer una receta y haya visto que la medida de sus moldes no corresponde con los de la receta. Creo que levantaríamos la mano todos. Pues bien, en este artículo vamos a darte las pautas para que no vuelva a pasarte esto. No te preocupes, no tendrás que comprar nuevos moldes, podrás usar lo que ya tienes.

¡Ah, se nos olvidaba! ¿Tienes un molde redondo y la receta te lo pone para un molde cuadrado o viceversa? ¡Tampoco tendrás problemas! Vamos a darte todos los detalles ahora.

Adapta las recetas a otro molde

Olvídate de comprar un molde cada vez que quieras hacer una receta y no se adapte al molde que tienes en casa.

Podríamos darte una fórmula matemática con la que se calculan las proporciones, pero creemos que es más sencillo (y práctico) que te demos tablas con las conversiones. ¡Verás que fácil y útil te va a resultar!

Si mi molde es redondo:

Te pones a hacer la receta y ves que tienes un molde de 24 y la receta está hecha con un molde 28. ¿Qué sucede en estos casos? Pues que la masa te va a quedar más baja. Con lo que vamos a decirte a continuación, sabrás en qué medida debes aumentar o disminuir las proporciones para que sea adaptado a tu molde.

La tabla que necesitas cuando tienes un molde redondo es:

Siguiendo el ejemplo de antes: tienes un molde de 24 y la receta es con un molde de 28. En este caso tendrás que multiplicar por 0,7 las cantidades, de esta forma quedará adaptado a tu molde.

Si mi molde es cuadrado:

Es el mismo procedimiento que el caso anterior. Podríamos ponerte la fórmula, pero queremos ponértelo fácil, así que te adjuntamos el cuadro de proporciones.

Si mi molde es cuadrado y el de la receta redondo o viceversa:

Pues es más sencillo de lo que te imaginas:

• Si tienes que pasar de molde redondo a cuadrado: resta 2 cm al molde que tienes.
• Si tienes que pasar de molde cuadrado a redondo: suma 2 cm al molde que tienes.

Ejemplo: Tengo un molde redondo de 24 cm, pues me servirá para un molde cuadrado de 20 cm. Ahora te das cuenta, que la receta que te dan es de 25 cm de molde cuadrado, pues muy sencillo, vas a moldes cuadrados y a la conversión de 20 x 25 y tendrás que aumentar las cantidades en 0,6.

Puede que la primera vez te resulte un poco lioso, pero con la práctica, verás que útil te resulta este post.

¿Alguna vez has dejado de hacer una receta porque el molde no se correspondía con lo que indicaban? ¿Te ha pasado que has hecho una receta y te ha quedado muy baja la masa por el molde? ¡Se acabaron los problemas!